Los derechos asertivos son unos derechos que, a pesar de no estar escritos, todos tenemos y que a menudo nos los imponemos nosotros y también los otros desde la baja autoestima. Son derechos que tenemos todos por el hecho de ser humanos, por el simple hecho de ser, sin condiciones de ningún tipo. Y defenderlos sin herir a los otros es la asertividad.
Cuando con nuestra manera de comunicarnos, herimos a los otros les obligamos a defenderse y volvernos el ataque. Es su ego que da respuesta al nuestro.
Si evitamos pues que se sientan invadidos cuando les decimos aquello que sentimos (no lo que pensamos) sobre su comportamiento (no sobre su esencia), tenemos muchas más posibilidades de ser escuchados y, por lo tanto, de que se atiendan nuestras peticiones.
“Con nuestros comportamientos enseñamos a los otros cómo queremos ser tratados”.
Si los tratamos con asertividad, podremos defender libremente nuestros derechos, que al no hacer sentir mal a los otros, serán mucho más fácilmente atendidos. Así es como nos responsabilizamos de nuestra comunicación, de nuestro comportamiento; en definitiva, de nuestra vida emocional.
La asertividad, como la empatía, son habilidades sociales que se pueden aprender, que todos podemos trabajar y que solo depende del interés por uno mismo, que haremos uso habitualmente.
Un buen comportamiento mejora la autoestima.
Ser asertivo influye directamente en nuestra autoestima porque, independientemente del resultado de nuestra acción asertiva (de defensa de nuestros derechos sin herir al otro), nos hace sentir muy bien con nosotros. Y esto es lo más importante!
También es importante recordar que tener derecho no quiere decir nunca que implique la obligación de los otros a cumplir con nuestros derechos. Un derecho no es nunca una exigencia, siempre es una preferencia.
Nuestros derechos asertivos básicos:
01. Derecho a ser independiente. A ser único, en constante cambio y humano.
02. Derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones, aunque no gusten.
03. Derecho a ser escuchado y a ser tenido en cuenta.
04. Derecho a pedir aquello que deseo, aceptando que también mi interlocutor tiene derecho a decir «NO».
05. Derecho a no admitir las expectativas de los otros, solo a atender las nuestras.
06. Derecho a juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones. A ser mi propio juez, sin imposiciones.
07. Derecho a decidir no ser asertivo, asumiendo las consecuencias.
08. Derecho a decir «NO» sin sentir culpa. A decidir si nos hacemos o no responsables de las dificultades o problemas de los otros.
09. Derecho a cambiar de opinión y a si queremos no dar explicaciones.
10. Derecho a cometer errores y a fracasar en los intentos.
11. Derecho a no buscar ni necesitar la aprobación de los otros.
12. Derecho, que no exigencia, a ser tratado con respeto y dignidad.
13. Derecho a pedir información y ser informado.
14. Derecho a obtener aquello por lo que pagué.
15. Derecho a decidir qué hacer con mis propiedades, también con el cuerpo o el propio tiempo mientras no se violen los derechos de otras personas.
16. Derecho a tener éxito. Y a tomar las propias decisiones aunque no gusten. Derecho a conseguir los propios propósitos, nuestros objetivos.
17. Derecho a disfrutar de aquello que nos parezca bien, sin perjudicar a nadie.
18. Derecho a mi descanso, aislamiento, explicándolo a los otros asertivamente, teniendo en cuenta el entorno.
19. Derecho a superarme, superando los otros, si hace falta, sin lograr la perfección.
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