Vivir una vida plena y en paz depende de la capacidad que tenemos de gestionar lo que pensamos y lo que sentimos. Y es que ya de pequeños, ya sea por el entorno y la educación que recibimos, aprendemos una serie de creencias que, con el paso de los años, pueden llegar a convertirse en verdades absolutas. Verdades que pueden convertirse en limitaciones hasta el punto de no dejarnos desplegar la esencia que somos. Todo ello puede llegar a tener consecuencias devastadoras en nuestra autoestima y también en la capacidad de construir relaciones saludables con los que nos rodean.
La Inteligencia Emocional Aplicada (IAE) es la herramienta que nos permite desarrollar la capacidad que todos tenemos para gestionar las emociones, tanto las propias como las de los otros, y hacerlo desde la responsabilidad y empatía. ¿El objetivo? Romper con aquello que no nos deja crecer para poder ser más libres y más auténticos. También para tener una vida mejor y dejar ir las mochilas emocionales llenas de miedos y culpas, que tanto nos pesan.