La automotivación está basada en una creencia de solvencia de uno mismo. Es decir, no son las circunstancias ni los demás los que tiene el poder de la motivación. Ésta yace en uno mismo, ¡afortunadamente!

¿No te preocuparía que algo tan importante en la vida –lo que nos motiva o mueve– estuviese en manos de situaciones o de otras personas?

Cuando cedemos la motivación al jefe, al producto, al momento o a los amigos o pareja, estamos diciéndonos que no nos vemos capaces de movernos por nosotros mismos. Por lo tanto, estamos en manos ajenas. ¿Es eso lo que quieres para tu vida?

Me levanto por la mañana y me digo: ¡Soy feliz a pesar de las circunstancias!

Con esta frase, estoy poniendo el primer peldaño diario de mi automotivación. En este caso tomando conciencia de que la vida no es vivir sin dificultades, es vivir superando esas dificultades que seguro estarán a diario.

El ego, que es muy inteligente –además de sutil y perseverante– nos conduce, día tras día, a la inapetencia, a la dificultad de estar alegres solo por el hecho de estar.

¡Viviendo ya tenemos todo para ser felices!

Fíjate que enorme manera de automotivarme, desde la coherencia de mi diálogo interno y acorde con la realidad de la experiencia de vivir. Me digo aquello que acabará siendo un hábito cognitivo porque percibo en mí –cualquiera puede hacerlo– la capacidad de decidir por mí mismo, cómo quiero sentirme en cada día de mi vida.

La automotivación es hija directa de la actitud, de esa cualidad humana que podemos desarrollar todos y que conlleva, implícitamente, la potestad de sentirnos bien ante cualquier circunstancia.

Digo: sentirnos bien en cualquier circunstancia, es una manera de decir (me) que depende de mí, que, aunque no me gusten situaciones que vivo, no quiere decir que no me sienta motivado para superarlas, sino al contrario: ¡de la dificultad; crecimiento!

¿En que baso mi automotivación?

Mi automotivación esta basada en una realidad muy simple: valoro lo que tengo, aprecio lo que hago y siento amor sincero a los que quiero para que me acompañen en el camino de vida.

Como todos, he tenido dificultades serias, he sufrido y luchado con tesón para estar en el camino que ando, pero nunca he dejado de confiar en mí, ni lo haré. Me siento con capacidad para ofrecerme mi motivación, mi entusiasmo y alegría por vivir y siento que cualquiera puede tomar esa decisión, en realidad es simple. Solo necesitamos coraje, unas dosis de confianza en uno mismo y atrevernos a equivocarnos. 

Hasta que no encontré mi vínculo con la vida a través de este proyecto de ayuda a los demás, sufrí. Pero sabía que llegaría el día en que iría totalmente enfocado, sin duda ninguna, a una manera de caminar que me llenase, que mi automotivación tuviese la recompensa que deseaba.

Por favor, pregúntate: ¿Dónde yace tu motivación? ¿Dentro o fuera de ti?

Entradas recomendadas

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario