Las emociones son vivencias que tienen cara, y por lo tanto las podemos ver, las podemos reconocer, en nosotros y en los demás.
Cuando de una manera intencional y reiterada, enviamos a la mente nuestras emociones, se convierten en sentimientos
Las emociones son siempre temporales y menos profundas. Los sentimientos, en cambio, sueño duraderos y de calado en nosotros
Las emociones, de alguna manera, son las respuestas compulsivas del cuerpo, a lo que piensa la mente en aquel momento. El resurgir se inicia, en muchos casos, cuando la confrontación con un mismo nos llega, de hecho, cuando la dejamos llegar.
Esta confrontación es una herramienta muy eficaz cuando hay realmente actitud real de mejora, cuando uno quiere ciertamente mejorar, cambiar los viejos hábitos que nos perjudican, por otros de nuevos que nos traerán, con disciplina y perseverancia, a un nivel más alto de conciencia
Por una parte nos encontramos con el el ego, la personalidad, los pensamientos y las creencias…, también los conocimientos que son un puente hacia la esencia de uno mismo, allá donde están la sabiduría y la autenticidad, el amor incondicional y la paz interior
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