La búsqueda de la perfección nos aleja de la felicidad

perfección

Nos pasamos los días queriendo gustar a los demás. Hablamos, nos vestimos y nos comportamos para que los demás nos acepten, para ser «normales». Y es en este afán de gustar es cuando nos perdemos a nosotros mismos y empiezan una serie de exigencias que nos llevan a la búsqueda de la perfección y, de ahí, a la ineficiencia, primero, y después, al sufrimiento emocional.

El perfeccionismo es una de las peores trampas que se impone el ser humano. Por eso, en este vídeo te hablo sobre cómo liberarte de él para vivir una vida más plena y equilibrada a nivel emocional. Porque tanto el error como el fracaso son inherentes al ser humano y no podemos huir de ellos. Aceptar esto te ayudará en tu proceso de sanación y te permitirá tener controlado a tu ego, ese que demasiado a menudo dirige nuestra vida y nuestras acciones.

Espero que esta nueva cápsula de Inteligencia Emocional Aplicada te haga reflexionar y cuestionarte. Porque el primer paso para conseguir el equilibrio emocional es cuestionar todo aquello que ya damos por hecho. 

Si te gusta el vídeo, te animo a visitar mi canal de Youtube donde encontrarás otros contenidos para empezar a comprometerte de tu bienestar emocional. Piensa que para vivir una vida libre de miedos y culpas solo dependes de tu compromiso y voluntad.

Aceptar la diferencia nos hace más eficaces

autoconocimiento

Vivimos en una sociedad que lo único que mira es el exterior. Nos dotan de las mejores herramientas, de la última tecnología para conseguir ser más eficaces. Todo con el objetivo de obtener los mejores resultados tanto a nivel profesional como también a nivel personal. ¿Pero son realmente estos los mejores instrumentos para conseguirlo? Posiblemente, no. Y es que existe una herramienta que nos va a dar los mejores resultados, si somos capaces de perseverar e insistir: El autoconocimiento.

En este vídeo, que es un fragmento de una de las ponencias gratuitas que imparto en Pangea, te explico precisamente cómo el autoconocimiento nos va a permitir obtener los mejores resultados. Y es que, tal como se titula el vídeo, aceptar la diferencia nos hace más eficaces.

También nos permite descubrir cuáles son nuestros talentos y cómo darles un espacio para que salgan a la luz y crezcan. En el vídeo te explico cuáles son las tres claves del talento. Se trata de tres elementos imprescindibles para conseguir dar nuestra mejor versión. También te apunto cuáles son los diferentes tipos de personalidad para que puedas identificar la que encaja más contigo o con tu ego. ¿Te apetece verlo? Pues dale al play.

Me encantará saber qué piensas tú sobre la Inteligencia Emocional Aplicada, el autoconocimiento y el ego. Así que te animo a dejar tu visión y tu testimonio en el apartado de comentarios. Estoy convencido que tu experiencia puede inspirar y ayudar a muchas personas que se encuentren en una situación como la que tú ya has superado.

Si todo esto del autodescubrimiento se te hace cuesta arriba, escríbeme. Día a día acompaño a muchas personas para que puedan dejar su ego atrás y empiecen a vivir desde su esencia, siendo fieles a quienes son y cómo quieren vivir la vida.

 

Foto: Septian Simon. Unsplash.

Necesitamos conocernos más para ser más felices

ser más felices

Uno de los grandes anhelos del ser humano es ser más felices. Nos pasamos más de media persiguiéndola como si fuera esa zanahoria que ponen a algunos animales para que sigan andando y que nunca pueden coger. Y ¿por qué nos sucede esto? Porque miramos en la dirección equivocada. Nos pensamos que la felicidad está ahí fuera, que nos la van a dar todas las cosas materiales que tenemos, que nos la darán las relaciones que cuidamos, las personas que forman parte de nuestro entorno más próximo, la realización en el trabajo… Pero siento decirte que nada de esto te dará la felicidad, si primero no haces un trabajo profundo para conocerte. 

¿Y qué significa esto? Que debes dedicar tiempo a saber quién eres, qué te mueve, qué te gusta, qué está alineado con tu propia personalidad. En este vídeo, que es un pequeño extracto de una de mis ponencias gratuitas en Pangea, te cuento precisamente todo esto: Cómo la clave para ser más felices pasa sí o sí por el autoconocimiento. 

En él te hablo del Eneagrama, una herramienta de autoconocimiento súper potente. También de los diferentes arquetipos de personalidad y los diversos tipos de inteligencia que existen. Además, comparto las tres claves que todos debemos tener en cuenta para ser felices. Si quieres saber cuáles son y empezar así a trabajar en tu propio camino hacia el autoconocimiento y, por lo tanto, hacia tu felicidad, lo tienes muy fácil. Sólo tienes que darle al play en el siguiente vídeo.

Me encantaría conocer de primera mano cuál es tu experiencia y cómo vives tú tu propio camino hacia la felicidad. Así que te animo a dejar tu testimonio en el apartado de comentarios de este artículo para que podamos debatir y compartir opiniones que nos ayudan a todos a crecer. ¿Te animas? Seguro que tienes muchas cosas que aportar y de las que todos podemos aprender.

Foto: Marc Najera. Unsplash.

Del ego a la esencia: El camino de la felicidad

Las emociones son vivencias que tienen cara. Las podemos ver y reconocer en nosotros y en los demás. Son respuestas químicas del cuerpo en consonancia con los pensamientos que tenemos. Las emociones las sentimos, las percibimos en los otros. Delatan qué nos estamos diciendo, nos ayudan a entendernos y también a empatizar con los demás.

Cuando de una manera intencionada y reiterada enviamos a nuestra mente nuestras emociones, estas se convierten en sentimientos. Las emociones son siempre temporales y menos profundas. Los sentimientos son duraderos y de más calaje emocional, ahondan más en nosotros.

El bienestar emocional, esa paz interior que tanto deseamos, la alcanzamos cuando nos descubrimos, cuando aprendemos a buscar las respuestas dentro de nosotros, y no fuera. Cuando identificamos nuestras emociones y las gestionamos y también al regular nuestros impulsos.

Confrontarse es ser sincero con uno mismo. Aceptar nuestras áreas de mejora como seres humanos que somos y desde ahí iniciar un camino de superación de uno mismo: El camino de conocernos. Ver en lo que no nos gusta de los demás, lo que no tenemos resuelto en nosotros. Cuando algo nos enfada o nos domina permitimos que ejerza un poder inmenso sobre nuestra felicidad. En realidad poco debe enfadarnos porque poco hay por enjuiciar, solo hay que comprender y comprendernos.

En un lado tenemos el ego, la personalidad, los pensamientos y por tanto las creencias. También, la razón y el conocimiento. En otro, tenemos nuestra esencia, el amor universal y la estima. Además, la sabiduría y la autenticidad. En definitiva la paz interior.

¿Qué separa al ego de la esencia? ¿Qué puente hay que cruzar para cambiar de lado? ¿Cómo mejoramos nuestras tendencias de personalidad?

Propongo que sea el de los conocimientos aplicados. Gestionando nuestras emociones desde la adaptación al entorno, con humildad y perseverancia. Tenemos todos mucho conocimiento y poca sabiduría. No aplicamos lo que sabemos, lo dejamos ahí a la espera de que las situaciones mejoren sin nuestra intervención. Queremos ser felices sin contar con nosotros mismos. ¡Qué neura!

No se trata de más conocimientos. Si no de conocernos más.

Tenemos todas y todos mucho talento y un potencial increíble sin usar, escondido bajo capas de baja autoestima, de miedos y de conflictos con nosotros mismos sin resolver. Sobre todo, de desconocimiento de nuestras emociones, que son las que nos mueven, las que nos motivan a actuar de una u otra forma.

Nos desconocemos. Vivimos de espaldas a quién somos, aparentando o luciendo lo que compramos con dinero y quedándonos escondidos a la sombra de nuestro ser, como si nos avergonzáramos de nuestra humanidad. Confundimos placer con bienestar, confundimos tener con ser.

El ego es rutinario, quiere que cada día sea igual al anterior y así nos hace sufrir constantemente. Identificarlo, aceptarlo y responsabilizarnos de nosotros mismos es el camino hacia la paz emocional, el descanso que todos merecemos porque hemos aprendido a estar bien con nosotros mismos primero, y en consecuencia con todos los demás.

Somos como un depósito. Depende de con qué lo llenamos es lo que ofrecemos. No podemos dar lo que no tenemos. Si sentimos rencor pues eso es lo que surgirá de nuestra conducta, si sentimos dolor pues desde ahí nos comportaremos.

El sufrimiento emocional es optativo.

Decidimos en cada momento cómo interpretamos la realidad. Cuando nuestra base emocional es sólida no nos hace falta juzgar, ni perdonar, ni menospreciar… sólo comprender. Porque hemos aprendido a mantener a nuestro ego a ralla, a tirar de las riendas de nuestra vida emocional.

Caemos una y otra vez en los mismos pozos, tropezamos siempre con las mismas piedras. Y nos preguntamos: ¿Cómo es que he vuelto a caer en el mismo sitio? Te propongo otra pregunta: ¿Cómo es que he repetido el mismo camino? Repetimos patrones porque no nos vemos, porque nos da pereza y miedo darnos cuenta de dónde estamos. Mejorar nuestro nivel de conciencia depende sólo de nuestra actitud ante la vida, de querer de verdad ser felices. 

 

Foto: Sasha-freemind. Unsplash.